He pasado un período de tiempo desde septiembre del año pasado que no sabía si seguir con el blog. Al final opté por ponerlo privado a la espera de saber qué quería hacer con él.
Adrián y yo empezamos a asistir a un espacio donde hay otras familias y con las que compartimos muchísimas cosas, tanto niños como adultos. Desde febrero Adrián pasó de ir dos días a la semana a tres. No me parecía demasiado bien compartir cosas vividas con terceros, que no somos nuestra familia. Realmente no se porque, pero fue así.
La verdad es que me encanta leer posts anteriores, es como nuestro diario, y esto ha sido lo que me ha convencido que voy a seguir con él.
Y para celebrarlo este dibujo que me pareció muy divertido. A veces, los adultos, queremos meter toda la información que a nosotros nos parece relevante, del tipo que sea, en la cabeza de nuestros niños, sin pensar lo que quizás ellos quieren o no quieren meter o sacar de su cabeza.
Intentamos vivir respetando a los demás y, ante todo, respetándonos a nosotros mismos.
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