Gracias a este libro
que nos da muchas ideas para hacer actividades en la naturaleza, hemos planificado unos cuantos martes. Y esta fue la primera actividad planificada después del paseo por el bosque.
Con unas cuerdas marcamos un recorrido, atándolas a unos árboles. Los niños tenían que ir con los ojos vendados y siguiendo la cuerda. Cuando llegaban a un árbol, tocaban la corteza y los que sabían más del tema, intentaban descubrir el tipo de árbol que tocaban.
Les gustó mucho, quisieron repetir ;-)
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